El director médico de los Laboratorios Vithas Lab Lema & Bandín, de Vigo, Tomás Camacho García, ha sido el invitado principal del IV Congreso de la Sociedad Chilena de Toxicología (Sotox); y ha pronunciado dos conferencias en las que defiende la importancia de los factores ambientales en el origen de cánceres y enfermedades crónicas; y la eficiencia de los trasplantes fecales para el tratamiento de enfermedades causadas por Clostridium Difficile. Vithas Lab Lema&Bandín pertenece al grupo Vithas que cuenta en toda España con 12 hospitales y 13 centros especializados denominados Vithas Salud.

Este IV Congreso de la Sociedad Chilena de Toxicología se ha celebrado en la sede de la Universidad de Concepción, en la ciudad homónima, situada a aproximadamente 500 kilómetros al sur de la capital Santiago. En este Congreso, al que acudieron especialistas en toxicología de todo el país andino, Tomás Camacho ha sido el encargado de pronunciar la conferencia inaugural –titulada Microbioma y enfermedad autoinmune: un nuevo desafío– y otra sobre la repercusión del estilo de vida en el exposoma.

Durante sus intervenciones en este IV Congreso, Tomás Camacho ha destacado la importancia que tienen las exposiciones tóxicas ambientales, la vulnerabilidad genética, y el estilo de vida en el desarrollo de enfermedades. De hecho, según ha explicado, que las causas ambientales en su más amplio sentido, están detrás de entre el 80 y el 90 por ciento de los cánceres y enfermedades crónicas.

En este sentido, ha explicado que no sólo se puede considerar ambiental la exposición a contaminantes externos, sino que debe de tenerse en cuenta también el estrés, el lugar de residencia, o los hábitos alimenticios, físicos o consumo de sustancias como tabaco, alcohol, fármacos u otras drogas.

Todas estas son, según ha indicado el responsable médico de Vithas Lab Lema&Bandín, causas ambientales externas. “Pero es que, además, en el término ambiente se hacía poco énfasis en las causas internas, especialmente las infecciones e inflamaciones previas a que había estado expuesto el individuo y especialmente, los cambios que se hayan podido producir en la flora intestinal propia como consecuencia de las prácticas del estilo de vida occidental”, ha indicado.

Entre estas, Camacho García ha citado el saneamiento y tratamiento del agua potable, aumento del número de cesáreas, disminución de la lactancia materna y abuso de antibióticos, que “constituyen un factor de riesgo fundamental en la generación de aterosclerosis, cáncer, diabetes y numerosas enfermedades de base inmunitaria”.

Trasplantes fecales

El estudio de la flora intestinal del individuo, la microbiota, se ha convertido en los últimos años en una de las áreas más importantes de la investigación biomédica; dado que el tracto gastrointestinal es la principal superficie de intercambio y comunicación entre el interior y el exterior del cuerpo con dos funciones principales: la nutrición y la defensa.

Estas dos funciones dependen, no solo del propio tubo digestivo (barrera mucosa, glándulas secretoras, sistema inmune de las mucosas), sino también de la presencia y actividad de las comunidades microbianas que colonizan el intestino, hasta el punto de que, para Tomás Camacho, la microflora intestinal “es un órgano más, perfectamente integrado en la fisiología del individuo”.

Es más, si el equilibrio entre el tubo digestivo y la microflora no es el adecuado “repercute en el desarrollo de patologías como alergias, colitis ulcerosa, enfermedad de Chron, enfermedad celíaca, tiroides, diabetes, obesidad, autismo, síndrome de fatiga crónica, trastornos de conducta y, por supuesto, cáncer de cólon.

Estos descubrimientos, además de ayudar a comprender el origen de estas enfermedades, también permiten un abordaje más eficiente hasta el punto de que la FDA americana permite ya el trasplante fecal en pacientes que sufren colitis por Clostridium Difficile en todos los casos en los que otras terapias han fracasado.