Con un aforo limitado a medio centenar de profesionales por las medidas de distanciamiento social, se ha celebrado la última de las jornadas “Covid-19 en profundidad”, organizadas por el servicio de Medicina Interna del hospital Povisa con el objetivo de compartir las experiencias de los diferentes especialistas que afrontaron la pandemia de Covid-19 y analizar las estrategias de prevención actuales para evitar un rebrote del virus.

El jefe del servicio de Medicina Interna, Javier de la Fuente, que abrió el ciclo de jornadas el pasado 26 de mayo con una conferencia sobre “Cómo actuar en el despistaje de la infección por SARS Cov-2 en la fase de desescalada”, ha destacado este martes que lo ocurrido pone de manifiesto la importancia del modelo asistencial de Povisa. “Se ha demostrado que potenciar la Medicina Interna es un acierto”, ha remarcado.

En esta última jornada, la Dra. Ana Sanjurjo Rivo ha disertado sobre las estrategias en la prevención de rebrotes, destacando la importancia de mantener la distancia social, el uso de mascarillas y la higiene de manos como medidas individuales. “Es muy difícil conocer la transmisibilidad del virus, todavía no se comprende por completo”, ha admitido Sanjurjo tras citar los últimos estudios publicados sobre el coronavirus, que hacen referencia a la importancia de controlar los nuevos brotes a través del rastreo de contactos y la contención de la transmisión. Durante su intervención, la internista también ha hecho hincapié en la importancia de identificar de forma precoz los nuevos contagios y aislar a los pacientes, independientemente de su gravedad. “El protocolo a seguir es un PCR en 24 horas en todos los casos sospechosos. El momento más importante de contagio es la primera semana con síntomas y el periodo presintomático”, ha apuntado.

Por su parte, la Dra. Lizzete Valenzuela ha detallado la actuación, coordinada desde la Dirección de Procesos Asistenciales del Área de Xestión Integrada del Hospital Álvaro Cunqueiro, frente al virus en la veintena de centros sociosanitarios vinculados al hospital, que cuentan con casi un millar de pacientes institucionalizados.

En concreto, ha hecho referencia a lo ocurrido en la residencia de mayores DomusVi de Cangas, en la que tras detectarse 8 casos a finales de marzo se tomó la decisión de realizar pruebas PCR a todos los residentes y trabajadores esa misma semana, dando como resultado 116 positivos de un total de 143. Esta rápida actuación permitió controlar el brote, algo que también se ha aplicado en el resto de la comunidad gallega. “En el conjunto de España la mortalidad en las residencias por Covid ha sido de un 60 o 70%, mientras que en Galicia ha sido del 30%”, ha precisado la Dra. Valenzuela, que ha añadido que, además, en el caso de la población institucionalizada que atiende Povisa, ese porcentaje ha sido del 25 por ciento.

A lo largo de siete jornadas celebradas en los meses de mayo y junio, los especialistas han analizado las características del Covid-19, los datos epidemiológicos, los mecanismos de transmisión, las manifestaciones clínicas, las complicaciones neurológicas, las pruebas diagnósticas, los distintos tratamientos en las fases virémica e inflamatoria y las perspectivas futuras, la evolución y los factores pronósticos o las indicaciones para el manejo en la UCI, entre otras cuestiones.