La tristeza se acrecienta cuando el entorno está especialmente alegre y los estados depresivos aumentan. De hecho, casi cuatro de cada diez personas que se sienten solas ven acrecentado este sentimiento negativo en fechas tan significativas como la Navidad. Para prevenir, la psicóloga del Hospital Vithas Vigo, Carla Hidalgo, recuerda que “una simple llamada” puede salvar de la depresión a estas personas.

Estos estados de soledad pueden desencadenar problemas de salud mental y está demostrado que la soledad prolongada puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos depresivos, ansiedad social y problemas de salud cardiovascular.

En este sentido, Carla Hidalgo considera “crucial detectar a tiempo” y es aconsejable acudir a los profesionales de la salud mental” cuando empecemos a notar que los sentimientos de soledad no deseada se cronifican en el tiempo.

Según el informe del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada en España (1), entre un 20 y un 30 por ciento de la población sufre de soledad no deseada y de ellos, cuatro de cada diez personas (más concretamente un 37 por ciento) la ven agravada si fallan las expectativas sociales; si hay una pérdida reciente; o como consecuencia de diversos factores sociales.

Según la psicóloga del Hospital Vithas Vigo, como durante las Navidades abundan las imágenes de felicidad compartida, familias reunidas, mesas llenas y abrazos junto al árbol, este contexto lleva a generar cierta presión social que intensifica la sensación de aislamiento para quienes no cuentan con una red de apoyo fuerte.

En este sentido, la comparación constante con estas imágenes perfectas y la norma idealizada refuerza el sentimiento de exclusión que abunda entre quienes se sienten solos.

Luto por pérdidas humanas o materiales
Un segundo aspecto que acrecienta el sentimiento negativo de soledad está relacionado con las pérdidas recientes. Se da en las familias que están pasando por situaciones de duelo, especialmente en estas fechas, ya que cada celebración supone para estos pacientes, un recordatorio de que falta alguien querido.

Esto no sólo se da en el caso de la pérdida de vidas humanas, sino también de las pérdidas materiales, tanto individuales como colectivas. Este último puede ser el caso de determinadas poblaciones de Valencia, tras la reciente tragedia de la DANA. Quien más quien menos ha perdido si no a alguien cercano, si algún bien material de mayor o menor cuantía económica y de gran valor sentimental. En este contexto, resulta muy difícil encontrar alegría entre celebraciones. Ahora bien, este periodo de “luto” debe durar relativamente poco tiempo, ya que, en estos casos, la soledad y los sentimientos negativos asociados se pueden volver patológicos si se repiten año tras año.

El último gran aspecto que supone un incremento del sentimiento negativo de soledad son los factores sociales. Especialmente en las personas mayores que viven solas, las que han emigrado lejos de sus familias, y/o que carecen de una red social cercana, afrontan una desconexión emocional que se agrava en las épocas festivas.

En todos estos casos, la soledad navideña puede actuar como un desencadenante de emociones negativas, provocando un gran impacto emocional y psicológico y aflorando otros sentimientos asociados como abandono, tristeza o ansiedad y generando un estado emocional vulnerable.

Soledad, elegida o impuesta
“Es importante matizar y distinguir entre la soledad elegida y la impuesta”, afirma Carla Hidalgo, que señala que “la soledad deseada nos permite momentos de introspección y descanso”; frente a la impuesta que “nos genera un sentimiento de abandono y desconexión, esta última es la más frecuente en Navidad y es la que causa mayor impacto emocional”, afirma la psicóloga de Vithas Vigo.

Estos últimos son, lógicamente, los casos peligrosos, ya que la soledad crónica tiene efectos nocivos sobre la salud mental y física. Según varios estudios psicológicos (2), la soledad prolongada puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos depresivos, ansiedad social y problemas de salud cardiovascular. Por ello, Carla Hidalgo insiste en que “es crucial detectar a tiempo” estos casos “y es aconsejable acudir a los profesionales de la salud mental” para paliar estos efectos negativos.

En este sentido, “la empatía es fundamental”, según la psicóloga de Vithas Vigo, que sostiene que “a veces, basta con un mensaje o una llamada para hacer que alguien se sienta menos solo. También es importante respetar su espacio ya que no todos quieren compañía, pero saber que alguien está disponible puede ser suficiente: ofrecer una invitación sin presión, o simplemente escuchar, puede ser un regalo emocional muy valioso”.


1 Estudio sobre la percepción de la sociedad. Conocer la soledad no deseada es el primer paso para combatirla. https://www.soledades.es/sites/default/files/contenidos/Informe_percepcion_social_soledad_v2.pdf 

2 Rodríguez, J. A. P., Linares, V. R., González, A. E. M., & Guadalupe, L. A. O. (2009). Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física. Suma psicológica, 16 (2), 85-112.