Galicia y España cuentan con un buen sistema de salud pública, pero no disponemos de la mejor sanidad posible, porque aún queda mucho camino por recorrer. El informe Euro Health Consumer Index 2015, que compara los sistemas sanitarios de 37 países europeos, tras analizar 48 parámetros diferentes, sitúa a España en el puesto 19.
Las conclusiones del estudio invitan a abrir una reflexión en los partidos políticos y en el conjunto de la sociedad gallega para abordar la mejora del sistema sanitario con una visión global, que anteponga la atención de calidad a los pacientes a cualquier otro tipo de interés. Es necesario estudiar en profundidad que hace bien Holanda para estar en el puesto número 1 de forma constante entre 2008 y 2015. Y tras estudiarlo, deberíamos copiar.
En Holanda, que no cuenta con un solo hospital de gestión pública, las organizaciones de pacientes participan directa y activamente en las decisiones del Sistema de Salud, y las decisiones son tomadas por los profesionales médicos con la coparticipación de los pacientes. Los financiadores, políticos y burócratas del sistema están fuera de las decisiones operativas.
Ahosgal trabaja para lograr una sanidad universal y de calidad para todos los ciudadanos, pero también considera que es esencial que el servicio sea accesible para todos y que el sistema sea sostenible. No existe buena sanidad si se presta tarde, con restricciones o con unos costes insostenibles. Debemos superar los postulados maniqueos de sanidad pública frente a la privada, en los que se confunde la prestación de servicios de calidad con la defensa de puestos de trabajo de la función pública.
Hay que abordar las reformas necesarias que permitan mejorar el sistema, de modo que se garantice una prestación sanitaria de calidad. Se deben buscar fórmulas de gestión eficiente, superando la confusión de que la prestación universal y gratuita sólo se puede realizar con un sistema de titularidad pública.
Tenemos que profundizar en fórmulas de colaboración público privada, para optimizar todos los recursos disponibles, tanto en lo que respecta a las infraestructuras como en las dotaciones tecnológicas, siempre de acuerdo con criterios de gestión profesionales y bajo criterios de calidad, sostenibilidad y accesibilidad. También hay que avanzar en el desarrollo efectivo de la ley de Garantías de Prestaciones Sanitarias, para proteger los derechos de los usuarios.
Es imprescindible una nueva regulación de los centros ambulatorios sin internamiento, para que los pacientes dispongan de mayores garantías sobre el servicio recibido. Ahora, la regulación entre centros hospitalarios y centros ambulantes difiere enormemente para un mismo servicio como una cirugía mayor ambulatoria, algo que deja desprotegido al paciente.
Otro aspecto que se debe abordar en los próximos años es la regulación de la compatibilidad para los profesionales sanitarios del sector público para ejercer en el ámbito privado, con criterios objetivos y transparentes, que eliminen arbitrariedades y que se aplique a todos por igual.
Ahosgal considera que es necesario anticipar las posibles soluciones y se debe hacer anteponiendo los derechos de los ciudadanos para contar con una sanidad de máxima calidad, frente a postulados ideológicos y partidistas que conducen al colapso del sistema.
Marta Taboada
Directora – gerente de Ahosgal