La doctora Belén Moliner Muñoz, directora médica de Vithas NeuroRHB, que cuenta con una unidad en el Hospital Vithas Vigo, ha querido alertar este lunes, coincidiendo con el Día Internacional de la Epilepsia, sobre la fuerte relación entre esta enfermedad y el ictus. De hecho, según sus datos, el accidente cerebrovascular es “la principal causa de epilepsia en adultos” ya que hasta un 33 por ciento de los pacientes con ictus padece una crisis epiléptica en las dos semanas siguientes.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España padecen epilepsia unas 400.000 personas y en Europa afecta aproximadamente a 6 millones de personas. El Grupo de Estudio de la Epilepsia de la Sociedade Galega de Neuroloxía estima que, en Galicia, esta enfermedad afecta a unas 18.000 personas. Es más, se estima que el número de pacientes con discapacidad por epilepsia en edad activa en España supera las 26.000 personas.
Los motivos de esta discapacidad suelen ser, por su elevada incidencia, trastornos como depresión, déficit de atención, problemas de aprendizaje, alteraciones de conducta, etc. que hace que en un 70 por ciento de los casos la enfermedad les afecte mucho o bastante a su calidad de vida, que más del 60 por ciento hayan visto afectado su rendimiento académico y que la tasa de paro para estas personas sea de un 40 por ciento superior a la de las personas sanas.
A pesar de los muchos avances, “hoy en día, la epilepsia es una enfermedad que sigue generando mucho miedo”, explica la Dra. Belén Moliner Muñoz, directora médica en Vithas NeuroRHB, unidad de neurorrehabilitación, referente a nivel internacional, ubicada en el hospital Vithas Fátima desde hace un año. Y puntualiza que “no debemos olvidar que el ictus es la causa más común de epilepsia en la edad adulta”.
Según explica Moliner Muñoz, “si la crisis epiléptica aparece durante los primeros 7-14 días tras el ictus, las crisis son tempranas, y si ocurren después, son tardías. Las crisis tempranas pueden aparecer hasta en un 33% de los casos de accidente cerebrovascular, siendo las más frecuentes las que aparecen en las primeras 24 horas. Mientras que las crisis tardías pueden aparecer entre el 14 y el 27% de los pacientes que sufren este tipo de lesión cerebral. Estas crisis tardías se deben a la gliosis que se desarrolla en la zona de la lesión, es decir, a la cicatriz que queda como secuela en el cerebro tras el ictus. Si el ictus está localizado a nivel cortical y el área afectada es extensa, existe una mayor probabilidad de aparición de crisis epilépticas”.
“Casi un 85% de los pacientes tratados desde la primera crisis, no suele presentar nuevas crisis y se consideran libres de enfermedad al segundo año. Para ello, es importante tratar la epilepsia vascular en todos los casos desde la primera crisis, ya que se reduce la probabilidad de sufrirlas nuevamente. Y no debemos olvidar que los factores que aumentan el riesgo de volver a padecerla suelen ser la no cumplimentación de la medicación antiepiléptica, el consumo de alcohol y otros tóxicos, y la falta de sueño”, señala esta conocida doctora.
Tras la primera crisis, es primordial acudir al neurólogo para iniciar el tratamiento pertinente y si es una epilepsia vascular sintomática conocida, y la persona ya está en tratamiento, es igual de importante acudir al especialista para que le realice nuevas pruebas radiológicas o electrofisiológicas y ajuste el tratamiento farmacológico.
La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que se manifiesta en forma de crisis inesperadas y espontáneas, desencadenadas por una actividad eléctrica excesiva de un grupo de neuronas hiperexcitables. Mientras que las crisis epilépticas se manifiestan en forma de crisis breves de ausencia, hasta convulsiones musculares prolongadas y graves, que afecten a una parte o a todo el cuerpo, pudiendo acompañarse de pérdida de la conciencia y del control de los esfínteres.
De esta manera, expertos de Vithas Vigo recomiendan, ante una crisis epiléptica, mantener la calma, evitar mover a la persona y no intentar reanimarla o darle a tragar agua o cualquier otra sustancia. De hecho, puntualizan que lo mejor es colocarla de manera que evite hacerse daño y observarla atentamente, y seguir las instrucciones de los servicios de emergencias médicas. Igualmente, los profesionales de Vithas Vigo recomiendan que, en caso de que le ocurra a un familiar que disponga de indicaciones médicas, seguirlas escrupulosamente.