El presidente de la Asociación Down Coruña, Ricardo Santos, y el coordinador del Instituto Oftalmológico Quirónsalud A Coruña, Emanuel Barberá, han llegado a un acuerdo con motivo del día Internacional del síndrome de Down que se celebra el próximo domingo, para realizar revisiones gratuitas para la detección de problemas oculares en los miembros de dicha asociación. Así, desde el día 22 al 26 de marzo, se realizará una revisión de forma gratuita a todos aquellos miembros de la asociación que lo deseen y previa cita, en el propio centro oftalmológico (Paseo Marítimo, junto a la Domus).
Las alteraciones visuales y oculares son diversas y de gran importancia en los pacientes con síndrome de Down, siendo uno de los grupos de grupo de mayor riesgo de la población pediátrica.
Las anomalías oculares y visuales más frecuentes en pacientes con Síndrome de Down son: defectos refractivos, de los cuales la hipermetropía es la más frecuente, seguido de la miopía y el astigmatismo; trastornos de acomodación, ambliopía, estrabismo; nistagmos, cataratas, obstrucción del conducto naso-lagrimal, blefaritis, conjuntivitis, queratocono, entre otros. Es tas alteraciones trastornan de forma significativa la calidad de vida del paciente y su familia.
Es por ello fundamental un diagnóstico y tratamiento temprano, así como establecer acciones preventivas con el fin de facilitar los procesos de atención y aprendizaje, y fomentar un mejor desarrollo y capacitación para su desempeño y vida futura.
Emanuel Barberá, oftalmólogo y coordinador del Instituto Oftalmológico Quirónsalud A Coruña, explica que “En los pacientes con síndrome de Down las cataratas presentan características diferentes según a la edad en la que aparecen. La prevalencia es bastante alta, hasta un 86 % la desarrolla de forma temprana, aunque sólo un porcentaje pequeño necesita intervención quirúrgica.”.
La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo que se encuentra detrás de la pupila. A través de esta lente pasan los rayos de luz hasta la retina y allí se forman las imágenes. Si el cristalino se vuelve opaco, normalmente debido a la edad, los rayos de luz no pasan correctamente al interior del ojo, dando lugar a una imagen borrosa.
La primera visita al oftalmólogo se debe realizar durante los tres primeros meses de vida, sobre todo para descartar una catarata congénita, y que en la mayoría de los casos requiere de una actuación inmediata. Si los padres no detectan ningún otro problema ocular, la siguiente revisión debe realizarse a las dos años y medio y después una revisión anual durante toda la vida.
Según Barberá “para diagnosticar las cataratas, se hace un examen oftalmológico estándar y una exploración con lámpara de hendidura”
El único tratamiento para las cataratas es la cirugía, que permite extirparlas. Los profesionales recomiendan la cirugía de extirpación de cataratas si el paciente sufre una pérdida de visión u otros problemas visuales que no le permitan desarrollar sus actividades normales.