La eficacia de los programas de rehabilitación cardiaca se multiplica cuando se hacen personalizados para cada paciente y su patología. Así quedó de manifiesto esta tarde en la I Jornada sobre Rehabilitación Cardiaca en Vigo organizada por el Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima en colaboración con los laboratorios Esteve. El Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima pertenece al grupo Vithas que cuenta en toda España con 19 hospitales y 27 centros médicos.

En total han sido ocho profesionales de la sanidad pública y privada los que han participado en esta I Jornada sobre Rehabilitación Cardiaca celebrada en la sede del Círculo de Empresarios de Galicia – Club Financiero de Vigo. Todos ellos han coincidido en que la utilidad de los programas de rehabilitación cardiaca está fuera de duda para un triple objetivo.

Esta triple finalidad de los programas de rehabilitación cardiaca pasa por evitar recaídas y nuevos episodios cardiacos; mejorar la calidad de vida; y regresar, en menos tiempo, a la actividad cotidiana social y laboral del paciente.

Los ponentes de este I Curso sobre Rehabilitación Cardiaca en Vigo coincidieron en que estos tres objetivos se consiguen de una manera más eficaz en función del nivel de personalización del tratamiento que se pueda hacer, no sólo en función del paciente, sino también, o, sobre todo, en relación con la cardiopatía que ha llevado al paciente a esta rehabilitación.

El coordinador de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, José María Maroto Montero, ha señalado, sin embargo, que “tratamiento personalizado no quiere decir individualizado: el entrenador personal no existe en rehabilitación cardiaca, y -además- no debe de existir”.

En este sentido, el Dr. Maroto Montero ha explicado que “a veces, el paciente que inicia el tratamiento está muy asustado; y ver, hablar y convivir con otros pacientes que también estuvieron asustados y ahora dicen que están mejor, les ayuda mucho, incluso, en ocasiones, más que el propio cardiólogo”. Para el coordinador de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima “el grupo ideal es de entre ocho y 12 pacientes”.

Desarrollo desigual

En esta I Jornada sobre Rehabilitación Cardiaca del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima también se ha puesto de manifiesto el “desigual” desarrollo de los programas de rehabilitación cardiaca definidos, en 1964, por la OMS como el proceso por el cual “una persona es restaurada a una óptima situación física, médica, psicológica, social, emocional, sexual, laboral y económica” de los pacientes que han sufrido episodios cardiacos.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en los países industrializados; y además producen un gran número de alteraciones físico-psíquicas y de unos enormes gastos económicos.

En España, los primeros programas de rehabilitación cardiaca se pusieron en marcha en la década de los años setenta del pasado siglo (Hospital Ramón y Cajal de Madrid y H General de Valencia). En 1994 se creó el Grupo de Trabajo de Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), editándose un primer documento, coordinado por el Dr. Maroto Montero, en el que se establecieron los diferentes aspectos básicos de la rehabilitación cardiaca: indicaciones, fases, actuaciones, profesionales y medios materiales necesarios.

La implantación de estos programas “ha sido lenta, desigual y escasa”, según José María Maroto, que recuerda que el último registro de la Sociedad Española de Cardiología ha recogido la existencia de 116 centros o unidades de rehabilitación cardiaca. En Galicia, la única que existe en la sanidad privada es la del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, que -desde octubre de 2012- ha rehabilitado ya más de un centenar de pacientes que se han reincorporado ya a su vida habitual previa al episodio cardiaco. Desde hace un año, en la sanidad pública, la doctora Marisol Bravo ha puesto en marcha una Unidad en el Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo.

La dotación de personal y material de estas Unidades, irregularmente distribuidas por las Comunidades Autónomas y centradas casi exclusivamente en entornos urbanos, es muy variable, y en ocasiones no llegan a cumplir con unos requisitos mínimos de control y seguridad.

En los programas de rehabilitación cardiaca deben de estar implicados distintos profesionales sanitarios como cardiólogos, psicólogos, psiquiatras, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, enfermeras, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, entre otros. La coordinación del grupo debe de ser efectuada por un cardiólogo, en base a la patología, al alto riesgo de muchos de los pacientes tratados y a la necesidad de un control cardiológico estricto.

La preparación de los profesionales, y la acreditación de las Unidades deben ser efectuadas por la Sociedad Española de Cardiología y el Ministerio de Sanidad, de forma similar a lo que ocurre en USA, México, Cuba y en los países de la Sociedad Europea de Cardiología.

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