Dr. Sergio Zapatería Lucea

Dr. Sergio Zapatería Lucea

El Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima de Vigo, ha diagnosticado e intervenido satisfactoriamente una extraña variante anatómica maligna en la coronaria derecha de un hombre de 42 años que llegó a tener durante más de 12 horas episodios de taquicardia y fibrilación ventricular. Hoy, el paciente, deportista y que había estado asintomático toda su vida, se encuentra en perfecto estado de salud y ya ha recibido el alta hospitalaria. El Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en toda España con 25 centros: 12 hospitales y 13 centros altamente especializados denominados Vithas Salud.

En el proceso asistencial de este paciente, tanto en el diagnóstico como en la intervención quirúrgica, ha participado un equipo multidisciplinar integrado médicos de las especialidades de Medicina Intensiva, de la Unidad de Cardiología Integral (compuesta por especialistas en Cirugía Cardiaca, Cardiología, Hemodinámica, Arritmias y Electrofisiología), de Diagnóstico por Imagen, de Anestesia, así como por numerosos profesionales de Enfermería, coordinados todos ellos por el jefe del Servicio de UCI y de Urgencias del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, Dr. Sergio Zapatería Lucea.

La gran dificultad de diagnosticar una variante anatómica maligna de la coronaria de un paciente pasa, ya no sólo por la poca frecuencia de este tipo de patologías, sino por la dificultad de encontrar la anomalía, muchas veces –como esta– milimétrica, y que ningún caso es igual a otro. De hecho, en grandes poblaciones, los hospitales de referencia no llegan a diagnosticar siquiera un caso al año.

Remitido desde Pontevedra para un cateterismo

El pasado mes de abril el paciente, de 42 años, residente en la provincia de Pontevedra y deportista aficionado habitual, se desplomó cuando estaba trabajando. Días antes había estado entrenando para participar en una carrera de 100 kilómetros en Ponferrada. Fue trasladado urgentemente a un centro hospitalario de la ciudad de Pontevedra desde donde se le derivó al Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima para que se le hiciese un cateterismo coronario ante la sospecha de un infarto de miocardio.

En ese momento, el paciente inicia episodios repetidos de arritmias malignas con taquicardia y fibrilación ventricular durante unas 12 horas. Si estas las hubiera tenido en un entorno no hospitalario, hubiera fallecido debido a una muerte súbita, pues sólo en un entorno cualificado como un hospital, y actuando inmediatamente se pueden llegar a controlar las arritmias y mantener con vida al paciente.

En la sala de Hemodinámica del Hospital se constató que el origen de la coronaria derecha no era el habitual, pero que no había ninguna lesión en las coronarias y que, por lo tanto, las arritmias malignas que presentaba no se debían a un infarto de miocardio por esta causa.

Investigación para encontrar la causa

El equipo médico coordinado por el jefe de Medicina Intensiva y de Urgencias del Hospital, Dr. Sergio Zapatería, quien antes de trabajar en Vigo en el Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima desarrolló su actividad profesional en la Ciutat Sanitaria y Universitaria de Bellvitge, solicitó una ecografía cardiaca. En la mismase detectó una anomalía en el ventrículo derecho. Los médicos piensan en una displasia cardiaca (una malformación en las células del corazón) y se solicita un estudio electrofisiológico a la Unidad de Arritmias, que no consigue provocar la arritmia para averiguar su causa e intentar corregirla. Al mismo tiempo, se solicita un escáner para estudiar y diagnosticar la posible displasia.

El equipo médico ha decidido, con autorización del paciente y de su familia, iniciar un estudio genético para confirmar o descartar un componente hereditario de esta patología.

Ante la falta de un diagnóstico claro con estas pruebas, se realizó una resonancia que determina una mínima falta de riego en la cara inferior del corazón, en la zona a la que la coronaria derecha lleva la sangre. Paralelamente, y ante la sospecha de que pudiera tratarse de una displasia congénita, se realizó un electrocardiograma a la madre y a la hermana del paciente. Sus electrocardiogramas tenían una mínima alteración, similar a la que presenta -sin arritmias- el paciente.

Dado que el conjunto de pruebas realizadas aportaban datos discordantes, se volvieron a revisar y a buscar posibles causas de un comportamiento tan anómalo hasta que, revisando prácticamente fracción de segundo a fracción de segundo todo el recorrido de la sangre en las coronarias, se detectó que al nacer la coronaria derecha en un punto de la aorta no habitual (en el lado izquierdo) sigue un trayecto hacia la derecha, buscando su posición natural, que pasa entre el corazón y la aorta. Y ese pequeño giro, menos de un centímetro, y en esa posición, hace que cada latido del corazón la comprima intermitentemente, ocasionando una falta de riego, mínima pero constante, a la parte inferior del corazón y que ha acabado provocando las arritmias malignas.

Cuatro horas de intervención con circulación extracorpórea

Una vez diagnosticado el problema y estabilizado el paciente (sin arritmia) se programa la intervención quirúrgica que se realiza con circulación extracorpórea. Posteriormente se cortó la coronaria derecha en su salida de la aorta, cerrando el orificio; y se realizó otro, en forma de ojal, en el punto correcto para la coronaria. Una vez unidas nuevamente la aorta y la coronaria, se comprobó el correcto funcionamiento de la aorta, de la coronaria derecha resituada y del corazón y se reanudó la circulación cardiaca normal.

En total fueron cerca de cuatro horas de intervención, con circulación extracorpórea del paciente, durante las que se consiguió reconducir la situación clínica de un paciente que, a partir de ahora, podrá hacer vida normal.

Riesgo de muerte súbita

El doctor Zapatería Lucea asegura que este paciente era “una bomba de relojería” ya que la taquicardia y fibrilación ventricular se podían haber desencadenado en cualquier momento provocando la muerte súbita del mismo y sólo en un entorno hospitalario altamente cualificado podría haber sido tratado.

Este tipo de variantes anatómicas malignas se dan en muy contadas ocasiones, y la dificultad en el diagnóstico radica en que cada una de ellas resulta distinta a las anteriores, debido a su propia naturaleza única.

En la intervención quirúrgica participaron especialistas en Cirugía Cardiaca y Anestesia; pero en lo largo del proceso también intervinieron médicos de Medicina Intensiva y UCI, la Unidad de Arritmias y Electrofisiología, la de Hemodinámica, y de Cardiología. En total, participaron en este caso clínico más de una treintena de sanitarios, a los que se le suma el personal de planta que le trató durante su recuperación post quirúrgica.

Tras esta intervención, el paciente pasó 72 horas en la UCI del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima y el pasado lunes 2 pasó a planta, donde continuó su recuperación hasta recibir, el pasado viernes, el alta hospitalaria.