El presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) asegura que Galicia es la única comunidad que no ha negociado una compensación con las clínicas

Carlos Rus concede una entrevista a La Voz de Galicia en la que afirma lo siguiente: «En pandemia, los hospitales privados gallegos estuvieron llenos de profesionales y vacíos de pacientes».

Con el título La atención sanitaria después de la pandemia, la Asociación de Hospitales Privados de Galicia, Ahosgal, organizó en Santiago una jornada en la que participó Carlos Rus, presidente de ASPE, la alianza de la sanidad privada. Rus lamenta que pese a estar obligados a mantener todos sus recursos cien por cien operativos sin atender apenas a pacientes durante el confinamiento, el Gobierno gallego no ha negociado ningún tipo de compensación para el sector.

¿Cómo fue la colaboración sanidad pública privada en pandemia?

—Nuestra puesta a disposición, tanto a nivel de Galicia como de España, fue anterior al decreto del estado de alarma. Se da la circunstancia de que Galicia y otras comunidades como Canarias tuvieron la suerte de que el impacto del covid fue mucho más reducido. Empezamos haciendo diagnósticos cuando aparecía un paciente con síntomas de covid, que se derivaba a un centro público de referencia. Esto funcionaba igual en todas las comunidades. En una segunda fase empezamos a tratar directamente con los pacientes que venían por seguro de salud, y en la tercera se nos derivaron pacientes de la pública. Pero en Galicia no se dio esta circunstancia, porque la red pública lo absorbió todo. ¿Esto es un problema? Ocurre que los hospitales fueron considerados centros esenciales, con lo cual tenían que estar abiertos con todos los recursos disponibles. Estuvieron llenos de profesionales y vacíos de pacientes.

Sin hacer ERTE ni permitir al personal coger vacaciones.

—No, no pudimos adecuar las plantillas realizando ERTE. Además estábamos aprovisionándonos, y la mascarilla quirúrgica en España se compró en marzo del 2020 un 1.700 % más cara que en diciembre del 2019. Galicia, que es de las que mejor compró, lo hizo un 1.400 % más caro. Lo que compramos en marzo y abril del 2020 supuso un 72 % más de todo lo que habíamos comprado en 2019. La plantilla también se incrementó un 2 %, por lo que si aumento plantilla, compro un 1.400 % por encima y no he tenido actividad, el impacto es terrible. Las tres comunidades que han sufrido mayor impacto son Galicia, Canarias y La Rioja.

¿Se han negociado compensaciones?

—Nosotros hemos hablado con el Ministerio y las consejerías de dos conceptos, el pago de la actividad realizada y la compensación por puesta a disposición, donde no se pretende sacar ningún beneficio, sino compensar. Galicia es la única comunidad que dice que el estado de alarma lo decretó el Ministerio y es responsabilidad del Ministerio. Todas las comunidades han hecho frente de forma directa al pago de la actividad realizada, y varias han compensado por la puesta a disposición. En Galicia se ha mantenido una reunión pero no avanza.

¿Cómo ha perjudicado la falta de actividad a los hospitales privados gallegos?

—Hemos hablado de un impacto de en torno a 16 millones de euros, solo en el ámbito hospitalario.

¿Esto amenaza la viabilidad de algún centro?

—Que cierre un hospital en España es tremendamente complicado. Lo más común es que los centros se vendan a entidades con un mayor respaldo financiero, como le ha ocurrido a Nosa Señora dos Ollos Grandes, en Lugo. Cuando un hospital lo está pasando mal y llega una situación como el covid el centro no cierra, sino que llegan entidades que tienen mayor soporte financiero.

¿Se ha recuperado la actividad asistencial al nivel previo a la pandemia?

—Las listas de espera se han incrementado en el ámbito quirúrgico en Galicia en un 50 %, en días, no en personas. A medida que se retoma la actividad en atención primaria estos números no se incrementarán en días, sino en personas, y ahí va a ser fundamental un plan de choque. Necesitamos que la Administración nos vea como lo que hemos sido, un aliado flexible y un recurso estratégico. Ahora viene una acumulación de lista de espera y la privada tiene que ser una válvula de escape. Hace falta contar con la privada si se quiere resolver esta situación.

El Sergas tiene problemas para contratar a determinados profesionales, como médicos de familia o personal de enfermería, ¿también los hospitales privados?

El 95 % de los hospitales privados están buscando personal de enfermería para contratar y no lo encuentran. Cualquier persona que se ha formado en España en enfermería tiene posibilidad de elegir dónde, cuándo y cómo quiere trabajar.

Los médicos se quejaban de la aplicación restrictiva de la ley de incompatibilidades para trabajar en el ámbito público y el privado, ¿ha mejorado esta situación?

—No, te diría que las dos comunidades más estrictas a nivel incompatibilidades son Valencia y Galicia. Se genera una competición entre ámbito público y privado. Es algo absolutamente normalizado en gran parte del territorio nacional y en Galicia supone un problema. No es lógico competir cuando es una actividad perfectamente compatible.

¿Cuál es el peso de la sanidad privada en Galicia?

—Dos ejemplos, el 34 % de las cirugías que se realizan en Galicia son en el ámbito privado y el 47 % de las resonancias. Lo que está claro es que somos un sector productivo y que tiene relevancia.